No sé como
sucedió. No sé si todo esto fue un juego del destino, una estrategia del
Universo, el jaque mate del Karma, pero gracias. Por haberlo puesto en mi vida.
Porque le da sentido no solo a mi existencia, sino a mi historia. Porque
reviviendo todo mi pasado, puedo ver como se entrelazan los hilos para llevarme
a esa persona que se llevó las pesadillas y me devolvió los sueños. Ahora
entiendo que valió la pena todos los cuentos de hadas que solo se quedaron en
tragicomedias sin argumentos, pero con mucho guión. Valió la pena porque él fue
la recompensa. La meta al final de una larga carrera, la más larga hasta el
momento. Pero, ¿sabéis que? Que volveria a repetirlo todo. Volveria al
sufrimiento, a las caidas, a los pequeños tropiezos, a las alegrias momentaneas
que dieron paso a tristezas perennes. Y lo volveria hacer porque nada se
compara a él. Y porque él no es comparable con nada ni nadie que haya rondado
mi corazón. Siendo sinceros, mi corazón nunca ha bailado como cuando lo ve, ni
ha latido tan fuerte, ni se ha hecho escuchar tan alto. Porque repito, por él
todo vale la pena.
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